Washington, 2 de mayo de 2025 — El gobierno de los Estados Unidos ha designado oficialmente a dos de las más peligrosas bandas criminales de Haití, Viv Ansanm y Gran Grif, como organizaciones terroristas transnacionales. Esta medida busca frenar el auge de la violencia y la creciente desestabilización en el país caribeño.
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| Bandas haitianas en frontera con RD |
Viv Ansanm, una alianza de pandillas que controla gran parte de Puerto Príncipe, ha sido responsable de múltiples actos de violencia extrema. Por su parte, la banda Gran Grif ha sido vinculada a la masacre de al menos 115 personas en la localidad de Pont-Sondé en octubre de 2023.
Según informó el Departamento de Estado, cualquier persona que proporcione apoyo material a estas organizaciones será objeto de sanciones severas, incluyendo la inadmisibilidad en territorio estadounidense y posibles procesos penales.
Esta decisión se alinea con otras acciones similares tomadas por Washington, como la designación del grupo venezolano Tren de Aragua y varios cárteles mexicanos como entidades terroristas internacionales.
En paralelo, el presidente dominicano Luis Abinader firmó en febrero el Decreto 104-25, declarando también como terroristas a diversas bandas haitianas, entre ellas Delmas 6, 5 Segond, 400 Mawozo y Baz Gran Grif. La medida contempla la persecución penal de cualquier miembro de estas organizaciones que cruce hacia territorio dominicano.
La violencia provocada por estas pandillas ha desplazado a más de un millón de personas dentro de Haití. Aunque se han reforzado controles para frenar el tráfico de armas, principalmente desde EE. UU., la comunidad internacional sigue siendo criticada por su respuesta limitada ante la crisis.
Se espera que la designación como grupos terroristas limite la capacidad operativa de estas bandas, al dificultar sus canales de financiamiento y movimiento transnacional. Sin embargo, expertos advierten que el impacto real dependerá de una aplicación firme y de la cooperación internacional.
La situación continúa siendo alarmante en Haití, y estas acciones buscan ejercer presión adicional para que se restablezca el orden y la seguridad en uno de los países más afectados por el crimen organizado en la región.