El agresor burló la seguridad del Hospital General de Tijuana y ejecutó a la víctima con un arma de fuego; la mujer había denunciado amenazas de un grupo criminal.
Tijuana, Baja California – Un hecho estremecedor sacudió al Hospital General de Tijuana la noche del martes 21 de mayo, cuando un sujeto disfrazado de enfermero ingresó al área de urgencias y asesinó a sangre fría a Wendy Lizeth Martínez Quijada, de 39 años, quien estaba siendo atendida por heridas de bala.
La mujer había sido atacada horas antes en la colonia Anexa Ramírez y fue llevada al hospital con heridas en el abdomen, brazo y rodilla. La noche de su ingreso, ofreció su testimonio a las autoridades, denunciando que fue blanco de un intento de coacción por parte de un grupo criminal para que distribuyera drogas en su comunidad. Al negarse, comenzó a recibir amenazas y decidió mudarse para protegerse.
“Yo no quiero andar en eso. No voy a vender drogas”, fueron las palabras que, según reportes de la Fiscalía General del Estado (FGE), expresó Wendy Lizeth a los agentes mientras aún estaba consciente. La mujer también advirtió que su vida corría peligro.
El asesino ya había intentado ingresar al hospital la noche anterior, pero una pistola se le cayó en la caseta de vigilancia, lo que alertó a los guardias y lo obligó a retirarse. Sin embargo, volvió horas más tarde disfrazado con indumentaria médica y logró burlar los controles de seguridad.
Ya dentro del área de urgencias, localizó a Wendy Lizeth y le disparó en múltiples ocasiones, acabando con su vida. Tras el crimen, logró escapar sin ser detenido.
Investigación en curso
Las autoridades han cerrado el área del hospital donde ocurrió el crimen y han abierto una carpeta de investigación por homicidio doloso. La Fiscalía está analizando las cámaras de seguridad para identificar al responsable.
El hecho ha desatado una fuerte crítica por la falta de seguridad en instalaciones hospitalarias y la facilidad con la que el agresor logró ingresar disfrazado.
Conclusión
Este trágico suceso deja al descubierto la creciente vulnerabilidad de las víctimas de grupos criminales, incluso en espacios que deberían representar resguardo y protección. La sociedad espera respuestas contundentes de las autoridades y medidas que garanticen la seguridad dentro de los hospitales.
Fuente: Milenio