Dos desapariciones, dos vehículos calcinados, y un mismo silencio. En República Dominicana, los casos de Erick Daniel Cordero Guzmán y Julio Javier Pérez Herasme estremecen por sus similitudes. Ambos eran prestamistas, ambos desaparecieron sin dejar rastro, y sus vehículos fueron hallados calcinados en zonas apartadas. Nadie ha sido arrestado. Nadie ha dado respuestas.
El primero, Erick Daniel, desapareció el 17 de agosto de 2021. Su vehículo, una Kia Sportage, fue hallado ardiendo en Palavé, Manoguayabo. Era un joven profesional, licenciado en contabilidad, conocido por prestar dinero a nivel informal. Desde entonces, su familia vive un infierno de incertidumbre y el caso ha quedado sepultado por el olvido judicial.
El segundo, Julio Javier, exmilitar y también dedicado a préstamos, salió de su casa en septiembre de 2024. Días después, su Hyundai Sonata fue encontrado quemado en la carretera Miches-El Seibo. No volvió a saberse de él. La prensa nacional lo mencionó brevemente, pero el caso desapareció tan rápido como él.
Lo más inquietante: ambos operaban en zonas del Gran Santo Domingo, y en sus últimos días enfrentaban presiones por sus negocios de préstamos. ¿Es posible que fueran víctimas de bandas organizadas que operan bajo el amparo de fuerzas del orden? Algunos nombres apuntan a la Policía. Otros, al silencio que protege a los verdaderos responsables.
El investigador Ángel Martínez, quien estudió el caso de Erick Daniel, ha denunciado públicamente irregularidades graves y un patrón que parece encubrimiento. La hipótesis es clara: hay manos criminales detrás, posiblemente uniformadas. ¿Quién protege a los desaparecedores? ¿Por qué los cuerpos no aparecen? ¿Y por qué la Policía Nacional no ofrece avances?
Ambas desapariciones siguen impunes. Ambos jóvenes tenían vínculos con dinero, con intereses. ¿Hasta qué punto hay fuerzas oscuras actuando con impunidad? Este no es un caso aislado. Es un patrón. Y el país merece respuestas.
Las familias siguen esperando justicia. Pero el pueblo empieza a sospechar que la justicia, tal como está, no quiere encontrarlos.